Discurso del Líder Nacional del pueblo turcomano, Presidente del Halk Maslahaty, Gurbanguly Berdimuhamedov, en el Foro Internacional dedicado al Año Internacional de la Paz y la Confianza
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Distinguidos Jefes y Miembros de las Delegaciones:
Me complace darles la bienvenida a Turkmenistán y expresar mi profundo agradecimiento por su activa participación en el Foro Internacional de la Paz y la Confianza, que ha reunido en su plataforma a dirigentes y representantes de numerosos Estados, organizaciones internacionales de gran autoridad, así como a destacados políticos, diplomáticos y figuras públicas.
El alto nivel de representación en este importante acontecimiento político constituye una clara muestra de respeto y confianza hacia Turkmenistán, del reconocimiento de su papel constructivo en la política internacional y de su contribución a la preservación y el fortalecimiento de la paz y la seguridad universales.
La temática del Foro abarca un amplio espectro de cuestiones relacionadas con el afianzamiento de la estabilidad, la garantía de un desarrollo progresivo y sostenible de los Estados, la consideración de diversas medidas de carácter social y humanitario, así como otros desafíos actuales de la agenda global.
Distinguidos participantes:
A lo largo de 2025, en el marco del Año Internacional de la Paz y la Confianza, y junto con socios de otros países, agrupaciones e instituciones multilaterales, Turkmenistán llevó a cabo una labor de política exterior constructiva y orientada a objetivos. Dicha labor se desarrolló en distintos niveles, en formatos regionales e internacionales, y estuvo guiada por un objetivo común: crear condiciones para el desarrollo eficaz de las relaciones internacionales en un rumbo positivo, restaurar la confianza en la política mundial y afirmar una cultura de diálogo respetuoso. Hoy, estos principios y objetivos cobran especial relevancia.
En este contexto, resulta natural que la iniciativa de Turkmenistán de proclamar 2025 como Año Internacional de la Paz y la Confianza, así como la resolución pertinente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se haya convertido en un acontecimiento importante y emblemático de la agenda contemporánea. Ha recibido una alta valoración por parte de los Estados Miembros de la ONU y de la comunidad internacional, en los círculos políticos y diplomáticos y entre quienes participan en la toma de decisiones en el ámbito de las relaciones internacionales. Muchos países vieron en ello una oportunidad para crear un clima constructivo y respetuoso de comunicación al debatir los problemas más apremiantes.
Naturalmente, nuestra iniciativa no fue un paso fortuito. Constituyó una etapa lógica de los esfuerzos de largo plazo de Turkmenistán, como Estado pacífico y neutral, orientados a garantizar un curso pacífico, sostenible y estable de los procesos internacionales, y a crear condiciones para resolver situaciones complejas exclusivamente por medios políticos y diplomáticos. El Año Internacional de la Paz y la Confianza ofrece esa posibilidad; por ello, su importancia adquiere hoy una dimensión verdaderamente global.
Por diversas circunstancias, el mundo atraviesa un periodo difícil. En este sentido, como nunca antes, se requiere la cohesión de todas las fuerzas responsables, sanas y amantes de la paz, su unidad y determinación para contrarrestar fenómenos negativos y amenazas que socavan la arquitectura global de seguridad.
Al promover la iniciativa de la Paz y la Confianza basada en el diálogo como el único camino viable y realista para abordar los problemas actuales del mundo, Turkmenistán parte de la necesidad de utilizar con mayor actividad y eficacia todo el arsenal de la política y la diplomacia, la opinión pública, la experiencia histórica, así como el acervo humanista y cultural acumulado. Se requiere una movilización constructiva de potenciales, madurez política, voluntad y firmeza de principios por parte de la comunidad internacional y de todos los Estados, independientemente de sus sistemas sociopolíticos, tamaño, población u otros factores. Hoy todos asumimos la responsabilidad por el futuro de nuestro planeta.
Al hablar de los mecanismos para esa unidad, me refiero ante todo al potencial de las Naciones Unidas. Es necesario utilizar las posibilidades de la ONU como la única organización internacional dotada de legitimidad universal y mandato. La cooperación en la plataforma de la Paz y la Confianza presupone fundamentos políticos y jurídicos reconocidos y principios claros consagrados en la Carta de las Naciones Unidas: igualdad, respeto mutuo y no injerencia en los asuntos soberanos.
Seguir estos principios significa preservar la paz y la previsibilidad y reconstruir los pilares de una comunicación civilizada entre los Estados.
En la promoción de la Paz y la Confianza, además de la diplomacia tradicional, resulta necesario incorporar los canales de comunicación interparlamentarios, así como la diplomacia de las mujeres y de la juventud. Nuestro país realiza numerosos esfuerzos en este sentido. Solo en los últimos años, Turkmenistán ha celebrado importantes eventos de esta orientación, incluidos foros internacionales y regionales representativos. Partimos de la idea de que la diplomacia popular puede y debe convertirse en un apoyo importante para la diplomacia oficial, al contar con palancas adicionales para influir en la adopción de decisiones políticas.
El diálogo informativo desempeña un papel esencial en el establecimiento de vínculos interestatales respetuosos y constructivos. Lo consideramos una parte integral de nuestra iniciativa de Paz y Confianza, así como de la fórmula global propuesta por Turkmenistán hace varios años: “El diálogo es garantía de paz”. Los medios de comunicación deben utilizarse exclusivamente con fines constructivos. Para ello es necesario frenar la ciberdelincuencia y la difusión de materiales sesgados en el espacio mediático.
Percibimos la cooperación en la plataforma de la Paz y la Confianza como un proceso sistémico y continuo de diálogo internacional orientado al futuro. Debe abarcar un amplio espectro de actividades. En este contexto, consideramos importante ampliar la proyección de los criterios de Paz y Confianza a la solución de tareas universales en ámbitos como la protección del medio ambiente, el acceso al agua y al aire limpios, la medicina moderna, la educación inclusiva, la seguridad alimentaria y otras cuestiones sociales prioritarias.
Proponemos, junto con socios de Estados interesados y organizaciones internacionales, elaborar bajo los auspicios de la Paz y la Confianza una nueva “Hoja de ruta de cooperación” con visión de futuro. Estamos dispuestos a debatir los aspectos sustantivos y organizativos de esta iniciativa.
Distinguidos participantes:
Hoy, 12 de diciembre, Turkmenistán celebra una fecha histórica: el trigésimo aniversario del reconocimiento internacional del estatus de neutralidad permanente de nuestro Estado.
Durante este periodo, la neutralidad de Turkmenistán ha demostrado su viabilidad y su plena correspondencia con los objetivos nacionales, las tareas estratégicas y las orientaciones en el ámbito internacional.
Es incuestionable la eficacia y el impacto estabilizador de la neutralidad de Turkmenistán en los procesos regionales, así como su contribución al desarrollo y fortalecimiento de relaciones fraternas, amistosas y mutuamente beneficiosas entre los Estados de Asia Central y los países y regiones vecinos: nuestros socios tradicionales.
La práctica ha confirmado la plena compatibilidad de los principios básicos de la neutralidad de Turkmenistán con los intereses y prioridades de las Naciones Unidas y con la implementación de sus programas y estrategias de gran alcance. Nuestro país está siempre dispuesto a poner su neutralidad al servicio de la paz, el entendimiento mutuo, la cooperación y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La neutralidad permanente determina tanto los objetivos de Turkmenistán en la arena internacional como los medios para alcanzarlos, incluidos instrumentos como la diplomacia preventiva, la labor activa por la paz y las funciones de mediación.
Turkmenistán ha propuesto una serie de iniciativas, entre ellas el establecimiento de una Cámara de Mediación de la ONU, así como otorgar a los Estados neutrales y no alineados el estatus de socios prioritarios de la ONU en sus esfuerzos de paz. Partimos asimismo de la necesidad de ampliar geográficamente y fortalecer el mandato de los Centros Regionales de la ONU para la Diplomacia Preventiva.
Al mismo tiempo, deseo subrayar: para Turkmenistán, la neutralidad no es solo un modelo de política exterior. Es la base de nuestra cosmovisión y de nuestra comprensión del papel y la responsabilidad del Estado y del pueblo: nuestra contribución distintiva al desarrollo de la civilización moderna.
Neutralidad, Paz y Confianza, respeto y entendimiento mutuos: estos conceptos definen hoy la esencia de la política exterior y del desarrollo interno de Turkmenistán, reforzados a nivel legislativo.
Por ello, nuestra neutralidad es inmutable y no está sujeta a coyunturas externas ni a factores temporales o situacionales. Todos los enfoques respecto a la agenda global, regional y bilateral, así como todas las iniciativas y acciones prácticas de Turkmenistán, se alinean y se alinearán estrictamente con el estatus de neutralidad permanente.
Queridos amigos:
Nuestro Foro es un mensaje claro y concreto al mundo: un llamado a elevar la responsabilidad, la previsión y la solidaridad, así como a consolidar los esfuerzos de la comunidad internacional en aras de la paz y el progreso.
Confiamos en que los conceptos de paz y confianza, como categorías político-filosóficas fundamentales, contarán con el apoyo de la Comunidad de Naciones y se convertirán en una plataforma para configurar una arquitectura global futura moderna, sólida e integral. Nos queda mucho por hacer juntos para mejorar el clima internacional, restaurar la confianza y la cultura del diálogo político. El Foro de hoy es un paso importante en esa dirección.
Deseo a todos los participantes éxitos en su labor en beneficio de la paz, el entendimiento mutuo y la cooperación.